Una nueva historia por contar

Empieza la historia de mi tercer contrato en Disneyland Paris, la historia de mi experiencia que os vengo contando desde aquellos inicios de los casting que pasé para llegar aquí.

Una nueva historia por contar se inició en el día de ayer cuando de nuevo me despedía de mi tierra en Huelva, hacia el destino que por tercera vez me acoge.
Salía un poco triste hacia el aeropuerto de Sevilla,  pues aunque sea la tercera vez, no me acostumbro a tener que marcharme, siempre todo es distinto, al menos así lo siento yo.

Me gusta la sensación que se tiene en el avión, sensación de sobrevolar el mundo, pasear por las nubes, es cierto pocas veces hay cosas imposibles.
Todo hay que decirlo, y llegar a Paris en avión resulta impresionante, es cuando te das cuenta que realmente ya estás lejos y aterrizando en tu nuevo destino, como todo en la vida, no hay marcha atrás, el pasado queda atrás con sus momentos, sus vivencias y ahora solamente queda vivir el presente que ya es mucho.

Todo pasó muy rápido, tres trenes para llegar a casa de mi gran amiga Sonia para pasar mi primera noche, Sonia es de estas amiga con mayúscula y mis primeros minutos los llenó de detalles hacia mi persona, siempre agradecida porque cuando se tiene sus circunstancias y su horario de trabajo valoras que tienes la suerte de poder dar gracias a Dios por tenerla ahí, pues bien es cierto que hoy en día la palabra amistad se dice tanto pero se aplica tan poco...

Hoy, ya me instalaba en mi nueva casa  situada en val d' Europe, ya la boisserie quedaba atrás el tiempo de aquella residencia que estuve en el año 2012, solamente queda Pleiades, es por eso que Disneyland ha tenido que coger también parte de las residencias que se encuentran aquí para poder alojarnos.

La verdad,  es que no tener que buscar alojamiento es ya una tranquilidad al venir a trabajar aquí .

Las residencias son siempre compartidas, ahí también entra la suerte de poder tener una compañera con la que te pueda llevar bien y tener una convivencia lo mejor posible, se crean grandes amistades y también pienso yo, ayuda a ser comprensivo, tolerante y te enseña a convivir con los demás siempre respetando.

Y así empieza una nueva vida, ya he conocido a mi nueva compañera de origen griego, es una de las partes positivas también de todo esto, que conoces a personas de distintos países con lo cual llega el intercambio de culturas.

También se aprovecha para poder aprender idioma, en su caso quiere aprender más el francés y en mi caso al saber ella mucho inglés lo quiero aprender, con lo cual  podemos practicar y corregir errores,  también es una forma de convivir, aprender de la otra persona.

4 meses que estaré aquí, contando nuevas historias. Mañana conoceré mi lugar de trabajo, es la incertidumbre que me queda.

Voy preparada evidentemente en que se trata de un trabajo y que entiendo que no todo va a ser perfecto, habrá días malos, días buenos, compañeros que no sean muy y otros bien, igualmente los jefes, pero voy a trabajar y tengo claro que cuando termine mi horario de trabajo mi vida es bien distinta.

Digo esto porque siempre una quiere que todo sea perfecto, mi anterior tienda para mí lo era en todos los sentidos, ahora pues en manos de mi destino está, pero mentalizada ya de muchas cosas, en eso sí que se nota mi tercer contrato.

Mi segunda noche.. 

Todo es posible

El tiempo va pasando, a veces pienso yo que demasiado rápido pues no me da mucho tiempo a asimilar que de nuevo se iniciará una nueva etapa. Nueva etapa que siempre se llena de incertidumbre pues aunque parezca igual nunca nada es igual.
No es fácil volver a marchar por tantos meses pero bien es cierto que debo de recordar que fue por lo que era un solo sueño y que por casualidad dejé mi CV sin pensar que podría trabajar en el lugar que tanto deseaba visitar, eso me ayuda a entender de que es una oportunidad que me ofreció la vida y debo de dar gracias, aunque también gracias a creer en mis sueños, en mis cualidades y en demostrar lo mejor de mí creyendo que todo era posible porque aunque no lo creáis, lo es.

Debo de decir que aparte de que sea un trabajo,  era también cumplir la ilusión de ir a Disneyland, pues para mí es un lugar donde los sueños se hacen realidad y siempre es bonito sentirse en un lugar donde ocurren bonitos momentos en familia y amigos y realmente se aprecian esos instantes cuando voy paseando por el parque en mis días libres.

Sin lugar a dudas, los niños son los que más disfrutan, quizás es que debemos de volver a ser niño para volver a aprender a vivir los momentos con especial intensidad.

En un mundo donde se ha dejado de creer en los sueños, os aseguro que contemplar tantas miradas llenas de ilusión es tan gratificante que ayuda a seguir creyendo que todo es posible y lo bonito es ya sea paseando en mis días libres o como castmember, tener la suerte de contemplarlo.

Niñas que quieres ser princesas, niños que desean ser piratas o juegan a ser de Toy Story, personas mayores que al atravesar las puertas de Disneyland se olvidan de su edad y sonríen cuando se encuentran con sus recuerdos de aquella infancia, muchos incluso les escucho como llaman a Mickey cuando le ven, no , no es un cuento lo que os escribo, es la realidad.

Muchos de los castmember que trabajan allí dirán que para ellos la magia Disney dejó de existir hace mucho, quizás por costumbre y otros porque se aferran demasiado a la realidad, o quizás porque el trabajo de estar todo el año no es lo mismo que ir por épocas, no lo sé.

Yo sigo buscando a los personajes cada vez que voy, y me alegra encontrarles sobretodo a Mickey, no es lo que veo lo que me hace sentir feliz, es lo que siento al ver.

Son muchas las veces antes de entrar a trabajar que Pluto me daba su pata y yo era feliz con ello, o Mickey y las princesas  me saludaba, no todos pueden presumir de entrar a trabajar de esta forma, aunque esta vez cambiará pues mi próximo destino será en Disney Village, del cual más adelante contaré más.

Sí, Disneyland no deja de ser una bonita forma de entrar en otro mundo, de llenarse de felicidad y volver a ser niño

4 días me separan de mi nueva etapa, nuevos momentos por escribir y aunque tantas veces le tememos a la vida por no saber lo que nos espera, habrá que pensar en que existe la probabilidad de que vivamos momentos especiales y bonitos pero para ello debemos de estar dispuestos a arriesgar.

Sigue la historia...

Twitter: Magaly_og

Una nueva cuenta atrás con destino a Disneyland Paris

Después de un tiempo sin escribir desde mis últimos momentos en Disneyland, vuelvo a escribir en una nueva cuenta atrás intensa.
Parece que es cierto que muchas historias se vuelven a repetir y en mi vida eso está muy presente, quizás para volver a tener la oportunidad de vivir experiencias aunque bien es cierto que el contexto se puede repetir pero nunca los momentos que siempre son únicos.

El día 31de mayo se inicia mi nuevo contrato en Disneyland Paris, esta vez por 4 meses hasta finales de septiembre y aunque una debería estar acostumbrada al ser ya el tercero, nunca se termina una de acostumbrar al tener que volver a hacer las maletas y partir en la siempre incertidumbre de una nueva vida.

Ciertamente no es fácil, aunque también podemos pensar que nadie dijo que la vida fuera fácil, se llena de metas, de obstáculos y si todo fuera esperado nunca tendríamos la sensación de vivir.

Lo importante es hacer prevalecer lo positivo sobre lo negativo para poder afrontar lo que queda por llegar pensando que es una oportunidad laboral y también de aprovechar la oportunidad para conocer nuevos lugares y volver a esa ciudad que siempre fue mi sueño, Paris.

Y por qué no decirlo, Disneyland también fue un sueño y sigue siendo un lugar importante para mí, fue un sueño cumplido, mi oportunidad laboral y de crecer profesionalmente, pero me gusta separar lo que es el trabajo y las vivencias como visitante, pues es evidente que son distintas, pero es cierto que también formamos parte del sueño cumplido de los que visitan el parque y siempre quedan historias por compartir con ellos, y sobretodo con los más pequeños. La frase que más me gusta que me digan es que les encanta Mickey, pues sonrío y respondo que a mi también me encanta y me gusta verle.

Creo que soy de esas castmember que sigue viendo  a los personajes Disney con ilusión, porque el mundo se debe de llenar de ello y que mejor que ver el mundo desde la mirada de un niño, quizás viviríamos más felices muchas veces.

Sí, haríamos lo que sentimos y no lo que pensamos que deberíamos.

Seguiré contando de esta nueva experiencia, la vida misma...